En mis años intentando relacionarme con mujeres que tienen aproximadamente mi edad he notado que la gran mayoría de ellas, desde los 15 años piensan que ando detrás de sus genitales. Y si, hay quienes no les importa un escupitajo acostarse con cuanto adolescente calenturiento de 16 años que trata de alimentar su ego "seduciendo" mujeres.
Combinado a lo anterior, pocas son (al parecer) quienes en realidad buscan introducir a alguien dentro de su circulo de amistades -ya sean estos hombres o mujeres- con la capacidad de entablar una conversación que no gire entorno a sus "relaciones" de jueguitos y chismes sobre encuentros en la cafetería, “consejos” de amor, que si vieron a un metrosexual en un café y no dejaba de mirarlas.
Últimamente he conversado con algunas damas que (¡por fin!) dejan atrás las conductas de secundaria y pueden dialogar sobre algún tema fuera de sus fantasías de noviazgo y vanidad -mínimo sea música y su día-.
Ahora el cuestionamiento en mi persona sobre ellas se presenta cuando algunas de estas mujeres creen que tienen la madurez suficiente como para intentar corregir, criticar (de manera constructiva, claro) o calificar todo acto humano ante sus ojos, algunas mayores que yo, algunas menores, unas mimadas, otras trabajadores desde temprana edad. Lo único que realmente me molesta es que en algunas ocasiones estas señoritas toman su edad como sinónimo de experiencia y conocimiento, la experiencia que encierran les otorga la cualidad de poseer una agilidad mental, inteligencia y cultura sobrehumanas a las de cualquier individuo de entre 18 y 30 años. Cuando esto sucede claro que soy constantemente atacado, inclusive cuando muevo un dedo, no me extrañaría que estas mujeres piensen que soy una mierda inmadura y patética.
Quienes piensan que voy tras su par de senos y piernas generalmente creen que son las máximas modelos del mundo tijuanense, por favor, sexo ya no es solo una palabra para mi ni tampoco una fantasía. Cuando tenga mi libido alto con toda calma puedo fijar una cita con alguna amiga que disfrute de un orgasmo sin tener limitaciones morales, o si prefiero algo mas apegado a mi gusto -un poco mas exuberante de lo normal-, cualquier amiga teibolera nunca me negaría el favor.
Es cierto que igual no soy demasiado inteligente, culto y ágil mentalmente, o puedo ser un pervertido dentro de sus consideraciones, y curiosamente son este “tipo” de damiselas quienes realizan un juicio rápido y sistemático sobre mi, claro, quienes se toman la molestia de “conocerme” mínimo una hora y no se deja llevar por lo que murmura alguien más.
Combinado a lo anterior, pocas son (al parecer) quienes en realidad buscan introducir a alguien dentro de su circulo de amistades -ya sean estos hombres o mujeres- con la capacidad de entablar una conversación que no gire entorno a sus "relaciones" de jueguitos y chismes sobre encuentros en la cafetería, “consejos” de amor, que si vieron a un metrosexual en un café y no dejaba de mirarlas.
Últimamente he conversado con algunas damas que (¡por fin!) dejan atrás las conductas de secundaria y pueden dialogar sobre algún tema fuera de sus fantasías de noviazgo y vanidad -mínimo sea música y su día-.
Ahora el cuestionamiento en mi persona sobre ellas se presenta cuando algunas de estas mujeres creen que tienen la madurez suficiente como para intentar corregir, criticar (de manera constructiva, claro) o calificar todo acto humano ante sus ojos, algunas mayores que yo, algunas menores, unas mimadas, otras trabajadores desde temprana edad. Lo único que realmente me molesta es que en algunas ocasiones estas señoritas toman su edad como sinónimo de experiencia y conocimiento, la experiencia que encierran les otorga la cualidad de poseer una agilidad mental, inteligencia y cultura sobrehumanas a las de cualquier individuo de entre 18 y 30 años. Cuando esto sucede claro que soy constantemente atacado, inclusive cuando muevo un dedo, no me extrañaría que estas mujeres piensen que soy una mierda inmadura y patética.
Quienes piensan que voy tras su par de senos y piernas generalmente creen que son las máximas modelos del mundo tijuanense, por favor, sexo ya no es solo una palabra para mi ni tampoco una fantasía. Cuando tenga mi libido alto con toda calma puedo fijar una cita con alguna amiga que disfrute de un orgasmo sin tener limitaciones morales, o si prefiero algo mas apegado a mi gusto -un poco mas exuberante de lo normal-, cualquier amiga teibolera nunca me negaría el favor.
Es cierto que igual no soy demasiado inteligente, culto y ágil mentalmente, o puedo ser un pervertido dentro de sus consideraciones, y curiosamente son este “tipo” de damiselas quienes realizan un juicio rápido y sistemático sobre mi, claro, quienes se toman la molestia de “conocerme” mínimo una hora y no se deja llevar por lo que murmura alguien más.
-
Pero ¿y que?, así mismo he conocido a varias jovenes que estremecen con su contenido espiritual, mental y cultural. ¡Bah! Solo con su forma de ser, no es necesario alargarse.
-
Lo que me he preguntado desde que empecé a escribir, es, si estaré quejándome -como ciertas personas en el salón de clases gustan decir- o veo lo bueno que es conocer ambos lados de mis relaciones para disfrutarlas mejor.
-
Fernanda Hernandez: Una damisela que solo con sus ojos hipnotiza, y aunque cortas nuestras platicas son disfrutables.
0 comentarios: