22:21 | Author: Ellery Hackett
Cerebro

Horas y horas sentado, había visto demasiado de las luciérnagas, unas tan bellas y otras tan burlonas. Ninguna como aquella molesta piel deslucida, triste y agonizante por un pedazo de mi víscera. Fastidiosa y vieja tuve que despreciarla.

Quince minutos, bella sonrisa, dulce y pérdida la sedujo mi mandato hasta tenerla a mi lado. Buscaba una caricia falsificada, un cuento sin trama, una historia sin protagonistas, deseaba pintar su propio paisaje en las hojas.

Veinte minutos. Escaleras, pasillos, agua, luces, espejos, puertas. Besos indulgentes, nuevas caricias sin tacto.

Una hora. La risa, nuevos rostros, mejores opciones.

Dos horas. Cuatro ojos, misma sangre, diferente visión, perfume impregnado.


—No puedo comerme las ganas. Hazlo antes de que te obligue.
—¿Qué es esto? ¿Locura tan temprana? ¿Es la música?
—Ay, ¡por Dios! Ya sabes que no es así.
—Deja, nuevo vomito cerebral.
—¡Que no! Eres demasiado desesperante.
—Bla, bla, bla.
—No puedes.
—Bueno, ¡ya!, no puedo creerlo.
—Créelo, con un coño, y créelo bien.
—Ahora resulta.
—Oh, que la chingada, te lo estoy diciendo. Bueno, te lo dices.

Música, música, música, música. Ojos azules.

—Mira, lo podemos hacer.
—¿Qué cosa?
—¡No me jodas!
—De verdad, necesito dejar de fumar.
—Ni que lo digas.
—Que me lleva. ¿Nunca has escuchado la palabra “silencio”?
—Si, por eso mismo te lo digo.

Pregunta, pregunta, pregunta, pregunta. Sonrisas.

—Dos
—Ah, no puede ser, de verdad.
—Míralas, ¿verdad que es ideal?
—Algo me dice que si.
—Yo te digo que si.
—Yo me digo que si.
—Exacto.
—¿Para que?
—Hace tiempo, demasiado tiempo que te escondes.
—Asunto nuestro.
—Es desgastante hacer esto.
—Si, yo me puedo encargar; dejame hacerlo. Lo haria por ti,¿por quien mas?

Dolor de cabeza, dolor de cabeza, dolor de cabeza, dolor de cabeza. Ansiedades reprimidas.

—¿Ya?
—Es tonto.
—Entonces, acabemos.
—Tonterías.
—Mira, tú lo sabes, vamos a seguir así.
—Por lo mismo, es tonto.
—Decídete.
—No hay tiempo.
—Hazlo.
—Con una jodedera, entiende.
—Terco, sientelo.

Ideas, ideas, ideas, ideas. Viaje de regreso.

—Me largo.
—Nos.
—Tu primero.
—¿Si?
—No.
—Jajaja.
—Maldito.
—Martillo es la solución entonces.
—Cállate.
—Sábado, será.
—Si, sábado.
—¿Cambio de opinión?
—Nunca la hubo.

Despedida, despedida, despedida, despedida. Camino.

—¿Ves?
—Ya, cállate.
—Pero lo sabes
—Que te calles.
—Yo me he hecho cargo.
—Y salió mal.
—Previniste.
—Perdí.
—¿Hay mas aberturas?
—Impulsos, impulsos.
—Fui yo.
—Yo fui.
—Mira nada mas.
—Que te calles, sábado, sabadito veremos que haremos.
—Nuevo rostro, mejor actitud, mejor platillo.
—Que te calles.
—Somos tan identicos, cuanta ternura.



Get a playlist! Standalone player Get Ringtones

This entry was posted on 22:21 and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.

0 comentarios: